6. Desde Jardines de Pereda

La tergiversación del espacio abierto

Una de las más graves lesiones que el Centro de Arte ocasionaría sería la alteración del concepto espacial actual, caracterizado por las perspectivas abiertas al infinito paisaje del sur de la bahía.

A este respecto, esta es una de las perspectivas más expresivas de cómo el Centro de Arte separaría los Jardines de Pereda del mar, encerrándolos entre dos fachadas paralelas distantes 125 m. Esta es aproximadamente la distancia existente entre las dos fachadas menores de la Plaza Mayor de Madrid, es decir, se trata de una dimensión más propia de espacios urbanos cerrados, delimitados por la edificación, no de espacios abiertos como el que siempre hemos disfrutado.

Los Jardines, que en esta zona se estrechan acercándose al muelle, dejarían de ser un espacio abierto a la bahía para convertirse en una especie de plaza urbana.

Desde ellos se vería fundamentalmente la fachada norte del edificio, casi siempre en sombra y arrojando sombra sobre el menguado espacio peatonal de acceso. Esto, unido a la brisa constante que generará el aire al ser forzado a pasar por la planta baja, produciría un microclima desangelador en este espacio, particualrmente desagradable en los días de invierno.

Puede uno hacerse una idea aproximada de la distancia que se quedaría entre el Centro de Arte y la alineación del Paseo de Pereda acudiendo a las comparaciones adjuntas. En ellas se han incrustado sobre la ortofoto aérea dos espacios conocidos de dimensiones parecidas: el campo del Racing y la Plaza Mayor de Madrid.

La Plaza Mayor de Madrid en relación al Paseo de Pereda
El campo del Racing en relación al Paseo de Pereda
Pueden compararse asímismo con la dimensión de la Plaza Porticada, cuya planta asoma por la esquina superior izquierda.